En el siglo XX, Argentina y España comparten, entre otras cosas, la traumática experiencia causada por dictaduras que dirigieron su manía destructiva contra los disidentes y sus hijos. Durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), unos 300 a 500 bebés y niños fueron separados de sus padres encarcelados y entregados a familias leales al régimen. En España no solo durante el franquismo español (1939-1975) sino hasta el 2000, se practicó - con el apoyo de la Iglesia - el secuestro de niños para venderlos en una adopción forzosa. Hoy en día, se estima que existen entre 13.000 (Bernecker 2016) y 100.000 (Porti/ Kastenholz 2017) españoles que ignoran su origen verdadero. A pesar de estos paralelismos, el manejo histórico de los crímenes del Estado no podría ser más diferente en los dos países. En Argentina, desde hace 40 años, ONGs como la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo y luego también H.I.J.O.S. están luchando con el apoyo de los medios masivos por encontrar sus bebés y niños. Mientras tanto, hace solo unos diez años, la búsqueda de los niños robados comenzó en España, donde las organizaciones no gubernamentales todavía están luchando por ser oídas.

El seminario estudiará cómo en estos dos países el trabajo de memoria cultural se dedica a darles un espacio a estos niños perdidos, hacerlos visibles y alcanzables para nuestro recuerdo. En un primer paso, nos ocuparemos de la situación histórica de Argentina y de la investigación sobre la memoria y el trauma en los siguientes artefactos: 110% Verdad. Diario de una princesa montonera (Mariana Eva Perez 2012) y Piedra, papel o tijera (Inés Garland 2009), así como las películas La historia oficial (Luis Puenzo 1985), Das Lied in mir (Florian Cossen 2010, alemán/español, subtitulado en español). La segunda mitad del seminario está dedicada la situación histórica, política y cultural en España. Se examinarán la película documental La herencia de Franco (Inga Bremer 2016), la novela Mala gente que camina (Benjamín Prado 2006) y la obra de teatro Los niños perdidos (Laila Ripoll 2005). La pregunta más importante será cómo se corresponden los traumas colectivos e individuales con las formas de representación literaria y cinematográfica.